Estamos convencidos de que si ofrecemos a los niños un espacio educativo en donde se sientan aceptados, queridos y respetados podemos favorecer su crecimiento y desarrollo moral e intelectual.
Nuestra filosofía y metodología educativa se centra en la propuesta como colegio socio constructivista , la cual afirma que los niños construyen su pensamiento a través de la experiencia directa y la reflexión con su entorno, su comunidad, sus compañeros y los objetos que le rodean. Por ello organizamos el espacio y el ambiente en la escuela para motivarles a descubrir, desarrollar habilidades de pensamiento y compartir lo que aprenden. Dentro de nuestra propuesta educativa los maestros comparten con los niños el control y las responsabilidades, comprometiéndonos auténticamente con el proceso individual de cada niño y del grupo. La creación de un clima social y emocional cálido y afectivo es un aspecto central en Huellas para apoyar el desarrollo de la confianza en sí mismos y en los demás, la iniciativa, la empatía, la tolerancia, la solidaridad y por ende la autonomía . Una autonomía que tienen que construir los niños a través de su propia experiencia. Porque no se educa para la autonomía, sino que se educa en la autonomía, es algo que vamos construyendo día a día al saber darle respuestas a los problemas de la vida cotidiana. Esto nos hace educar en el respeto, en la convivencia y en la democracia; los valores no se enseñan, se viven y se practican. En Huellas partimos también de la convicción profunda de que todos los seres humanos son competentes para aprender; respetamos y valoramos enormemente las diferencias entre los niños y estamos seguros de que aprendemos y nos enriquecemos en la convivencia, precisamente porque todos somos diferentes. Para nosotros estas oportunidades son la base para que los niños crezcan y se desarrollen como seres autónomos, independientes y felices.