La Asamblea, es un espacio de diálogo, esperando que la capacidad de escucha y expresión de los niños, se desarrolle. Está diseñado como un espacio donde puedan expresar libremente su sentir, sus necesidades y sus intereses.

Así, esperamos que en este momento se apoye a los niños en la construcción de su auto-estima positiva, que les permita desarrollar su sentimiento de seguridad en sí mismos al ser escuchados y respetados.

Es también un espacio donde se planearán o reconocerán las actividades del día; esperamos así que las habilidades de planear, anticipar y prever sean ejercitadas en los niños y esto les permita, además de sentirse seguros sabiendo y participando en lo que va a suceder, controlar su pensamiento impulsivo y favorezca su autorregulación; habilidades que, sabemos, pueden ser sumamente favorecidas en la infancia.

En este espacio se saludan, se observan, platican cómo están, revisan lo que van a hacer hoy en cada momento del día (apoyándose en una herramienta llamada por nosotras “rutina gráfica”, que consiste en un grupo de tarjetas, donde cada tarjeta representa gráficamente cada momento del día) y se invita a la participación y comentarios sobre lo que cada quien desee (si no se está manejando ningún tema generador en ese momento), de tal manera que surja un tema de interés común o bien sobre el tema o texto que se está trabajando.

¿Cómo lo Trabajamos la Asamblea en el Colegio Huellas?

Recomendamos acomodar las sillas en círculo o sentarse en círculo en el piso, de manera que todos puedan verse y atenderse mientras conversan.
La participación es de uno por uno; la maestra da la palabra al que levanta la mano y a la vez va apoyando que la conversación siga una secuencia lógica e invitando a aquél que no ha participado o que pareciera que está lejano.
Intentamos que los maestros, a través de preguntas, generen “actividad” de pensamiento. Sabemos que las preguntas mediacionales permiten al niño construir con mayor solidez su conocimiento, le permiten sentirse seguro de su propio pensamiento y le ayudan a establecer relaciones pertinentes; queremos apoyar y mantener la curiosidad natural de los niños, así como un pensamiento ágil y despierto.
Así, esperamos que la asamblea sea un escenario de actividad donde las interacciones susciten diferentes y diversas habilidades de pensamiento, que se convierta en un genuino espacio de internalización, además de brindar un espacio a los niños, diariamente, que les ofrezca seguridad. Entendiendo “escenario de actividad” como el espacio-momento en el que se suceden las interacciones, incluyendo los factores físicos, sociales, culturales e inclusive emocionales que intervienen (o no, pero ahí están); concibiendo las interacciones como la relación entre dos o más personas que se comunican construyendo entre ellas un cierto nivel de intersubjetividad (estado de comprensión y manejo de significados comunes entre las personas) y aceptando que la internalización es un proceso mediante el cuál lo “inter” se vuelve “intra”, siendo así el “paso” por la ZDP y dándose a través del habla, las interacciones sociales y la actividad cooperativa.

El manejo de este espacio es, por sus propias características, sumamente variable: depende de la personalidad y estilo del maestro, pero también de la personalidad del grupo con el que se está trabajando, así como del estado anímico del momento.

Por ser las asambleas un espacio de conversación natural y espontánea, sabemos que puede ser un momento de generar “actividad” y propiciar el desarrollo de habilidades y procesos de pensamiento.